Creo que no hay sensación más horrible en esta vida, que
pasar del amor al odio. Y precisamente no un amor de amigos o familiar, sino de
el amor de tu vida. Tu novia(o).
Pero sencillamente hay que tener en la cuenta que pasar
de un estado al otro puede ser culpa tuya sin ni siquiera darte cuenta del
todo.
Si amas de verdad no celes, no te dejes tentar por la
desconfianza, respétale su privacidad; no prives su vida de nuevos retos,
amigos, familia, etc. Es cuando más rápido se van si haces todo lo anterior.
Sin embargo puedes hacer lo correcto para que todo
funcione como lo tengan planeado en el presente y para un futuro. Que primen en
sus relaciones las charlas positivas, momentos de paz y tranquilidad, respeto en
general, afecto de corazón, ratos agradables y nuevas experiencias.
Aprovechen cada momento, al lado de ese ser que
escogieron para compartir por mucho tiempo su vida, sus pasatiempos, sus
costumbres, en fin…
Alaguen sus chanzas, cada mínima cosa buena que haga así
sea por sí mismo; sus logros, metas e incluso sus derrotas dándole todo el
ánimo posible.
Ayuden, apoyen y brinden un bienestar lleno de luz y
armonía para que se sientan mutuamente cómodos.
En algún momento tendrán problemas internos, discusiones
y disgustos. Para ello utilicen la mejor herramienta que tiene el ser humano
para ser feliz: Las palabras, los buenos actos y demostrar con hechos que todo
puede mejorar. Por ninguna razón se dejen llenar de ira, orgullo, defensiva o
estrés, ya que puede ser el factor destructivo para algo lindo.
Los pequeños detalles ayudan con una sonrisa. Un te
quiero, te amo, mi amor, mi vida, mi cielo, mi bebe, etc. dan tranquilidad. Un
abrazo te aporta cariño, protección y aliento. Un beso: ternura y pasión. Incluso
una mirada enamora.
Todo depende de tu comportamiento como persona, hijo,
hermano, novio, amigo y demás para que consigas una relación libre de tormentos
y decepciones.
Lucha por lo que quieres, persevera por lo que anhelas y
ama tanto, como lo desees.
No hay comentarios:
Publicar un comentario